Fuente: ElUniverso.com

Control o comodidad. Es la principal disyuntiva por la que atraviesan las personas al momento de comprar un vehículo. Los que se inclinan por un auto automático admiten que les gusta el confort que les da el manejar este tipo de vehículos al olvidarse del embrague y los cambios.

En tanto, los que prefieren el auto mecánico aseguran disfrutar el poder regular la potencia, tener totalmente el control, especialmente en carretera y en terrenos montañosos. Pero ¿cuál vehículo es mejor? Según los expertos, los dos mecanismos tienen ventajas. Juan Izurieta, mecánico profesional, señala que los vehículos automáticos se han convertido en tranquilidad al momento de manejar.

Sostiene que las mujeres son las que más los prefieren. “En países o ciudades planas es más alta la tendencia de comprarlos y funcionan mejor porque no son terrenos montañosos. Se ha visto que se prefieren por el tráfico, porque no se tiene que estar haciendo cambios manualmente y conducir se vuelve algo más agradable. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no es solo poner Drive y ya”, dice.

En tanto, las ventajas de manejar un auto mecánico se enmarcan fundamentalmente en la capacidad del conductor de controlar la marcha, con cambios bajos para aprovechar la potencia del motor y altos para darle velocidad, afirma Izurieta.

De esta manera, el conductor regula sobre su vehículo, cosa que no ocurre con el vehículo automático. Otro de los beneficios es que consume menos combustible y es menos costoso repararlo en caso de alguna avería, asegura.

Sebastián Solano, ingeniero automotriz, indica que antes de elegir una opción se debe analizar en dónde se manejará la mayor parte del tiempo. “Se debe saber el terreno por donde vas a transitar normalmente. Si tus desplazamientos se harán generalmente por la ciudad, es recomendable comprar el vehículo automático, pues será más fácil y cómodo conducirlo, sobre todo en zonas de intenso tráfico, donde constantemente deberás frenar y acelerar”, afirma.

Sin embargo, agrega Solano, que “si vas a conducir por carretera, zonas de terreno variables y pendientes muy pronunciadas, el consejo es conseguir un auto mecánico, pues tendrás el motor indicado para conducir por estas complicadas zonas”.

Diana Escobar, productora audiovisual, maneja hace diez años autos mecánicos. Ella asegura que estos le dan mayor seguridad en el volante. “Los automáticos no me convencen, prefiero los mecánicos, ya que me dan máximo control. Además, los automáticos son más caros”, dice.

Aunque afirma que le gustaría probarlos en “distancias largas o en carreteras para saber cuál es el rendimiento y la confianza que me daría un automático”. En cambio, Carlos Segarra, diseñador gráfico, hace tres meses se compró un auto automático por la incomodidad que sentía con los mecánicos. “La coordinación entre el embrague y los cambios es algo que algunos conductores no logramos controlar del todo. Ese tipo de esfuerzo, más la incomodidad de tener que accionar la palanca de cambios cada vez que se frena y se acelera me impulsaron a comprar un automático”, dice.

Además, señala que no preocuparse por los cambios hace que el conductor preste mayor atención a otros detalles: “Estás más pendiente de lo que pasa en las calles, de las señales o personas que se acercan”, añade.

El año pasado, Paúl Briones decidió cambiarse a un automático después de dos décadas manejando mecánicos. Hoy se arrepiente de no haberlo hecho antes. Insiste en que el consumo de combustible es igual y la comodidad muy superior.

Izurieta sostiene que actualmente la población ha identificado dos tipos de necesidades al momento de adquirir un auto. “El auto para ir a la oficina todos los días, donde resulta muy cómodo el automático, y está el de salir los fines de semana, donde queda perfecto el mecánico, porque la gente que gusta de manejar por carretera prefiere hacer los cambios con sus manos y controlar la marcha”, afirma.

Cualquiera que sea la caja de cambios que tenga un auto, esta debe tener un mantenimiento continuo para evitar su mal funcionamiento, asevera Solano.